Tarmeño (Jorge Fernández Villalba)


“En el quehacer artístico trato de que las pinturas que desarrollo sean sensibles a la situación humana en todas sus formas, en especial lo marginal, los hombres marginados, lo que muchos no quieren ni desean ver, los desheredados que luchan por una vida digna, sin ser explotados y libres de cada vez mas violencia.”
Tarmeño (Jorge  Fernández Villalba) actualmente reside en un pueblo costero en el noroeste de Perú llamado Tumbes. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lima y ha pasado muchos años  pintando en Ecuador. También ha recibido más formación artística en los talleres particulares de  los maestros Walter Carreño (Tarma 1979-1981) y Leonel Velarde (Miraflores 1982-1983). Nació en Tarma, Perú.
Tarmeño trabaja particularmente rasgos del rostro, los músculos y todos los detalles anatómicos de manera muy particular, destreza que le permitió participar en varias exposiciones en Lima. Su obra no solo fue apreciada en Perú, también cruzó fronteras al Ecuador, a donde viajó y se involucró en proyectos de carácter artístico-social.
“Desde 1980 me presenté con mis obras en las galerías,  salones y  concursos de pintura; algunos me rechazaron, otros se escandalizaron, pero también fui aceptado y algunas veces  premiado, son experiencias de todo pintor.”
En 1996, fue invitado a Ecuador por la Fundación NIMA, por la cual pintó y aprendió a conocer la vida de los niños de la calle de Guayaquil. Fue creador del taller de pintura ‘Tarmeño’, que se convirtió en un instrumento importante para educar y rescatar a los niños y jóvenes de la calle, además de ser una vía de escape de la triste realidad que vivían. En 1997, ilustra el primer acuario público de Ecuador, ubicado en la comunidad milenaria de Valdivia. En este período aprende a manejar el acrílico.
Después comienza a trabajar dentro del Centro de Rehabilitación Social de Guayaquil (cárcel de mujeres), donde pone a disposición sus habilidades artísticas en proyectos de ayuda social.
Hace poco también trabajó compartiendo el  dibujo y la  pintura  con los adolescentes en la Correccional de Menores de Guayaquil.
Tarmeño es reconocido sobre todo en el mundo de la pintura peruana, ecuatoriana, colombiana y mexicana. Últimamente trascendieron sus acuarelas al resto del mundo por los premios en la International Watercolor Society (IWS) y su viaje a Turquía al Festival International de la misma institución, donde ganó el 1er Lugar del Premio del Jurado de los Artistas.
El conjunto de su obra social y ecuestre, demuestra su personalidad y sensibilidad: “Perfeccionista en su técnica, humano en su mirada y fiel a sus elecciones”.


3er Lugar IWS - International Contest
Series: "No comment" / de la serie: "Sin comentarios", acuarela, 56x76 cm

Jury's First Prize, 1er Lugar por el Jurado de Artistas, IWS Contest Bornova, Turquía 2015
My friend Kamil drinking tea / Mi amigo Kamil tomando te, acuarela, 56x76 cm


1er Lugar en Acuarela, Concurso Nacional de Arte Michell 1992, Arequipa - Perú
    Series: "No comment" / de la serie: "Sin comentarios", acuarela, 76x56 cm




Otavala, acuarela, 56x76 cm




                                   Series: "Homeless children " / de la serie: "Niños de la calle", acuarela, 76x56 cm

   Series: "Homeless children " / de la serie: "Niños de la calle", acuarela, 76x56 cm











Tarmeño y los equinos
De niño conocí a los caballos entre otros animales acompañando a mi padre cuando el trabajaba en los campos de cultivo de su natal Palca. En los años 80, mis años de estudiante de Arte, visitaba las campiñas de Tarma para dibujar a los caballos , vacas etc. En los años 90 buscando herrajes en desuso en las caballerizas de Huachipa-Lima los veía en su habitat natural que me inspiraron para pintar algunos óleos . Y a partir del 2007 en Quito-Ecuador los pinté en acuarelas de formatos grandes, redescubriendo al caballo en su mas amplio sentido. Cuando tengo la ocasión de pintarlos, cada sesión es un aprendizaje para tratar de plasmar la belleza de estos nobles animales en su anatomía, color, raza, gracia y dinamismo.
La mayoría de pinturas que se aprecian son de: 1.20 x 90 cm. algunos son de 76×56 cm.






















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